Profesor de Estudios Generales Ciencias
Hace un poco más de 50 años, dejaba de ser un estudiante de Ingeniería Civil en la PUCP y me tocaba pensar en mi futuro profesional. Tenía claro que una de mis vocaciones era la docencia y, ante la propuesta de integrarme al equipo docente de la Universidad, la respuesta fue inmediata. Por esos años, se creaba Estudios Generales Ciencias, donde entré a las aulas como profesor por primera vez. Recuerdo que el primer curso que dicté fue Matemáticas Básicas 3. Al ingresar a clases, tenía más de 100 alumnos, puesto que, en esa época, los salones de EE.GG.CC. acogían el doble de la capacidad actual. Dentro de las aulas, no había computadoras, ni proyector para las diapositivas; solo teníamos la pizarra verde y las tizas de todos los colores para poder explicar y resaltar lo importante. Lo que no ha cambiado son las preguntas, las consultas de los estudiantes durante y al final de las clases, esa participación que permite darnos cuenta si están entendiendo los temas presentados. Luego, tampoco ha cambiado el hecho de coordinar con otros profesores y planificar cómo plantearíamos algunos temas un poco más complicados para que todos los pudieran entender. Realmente son recuerdos memorables, a los cuales hay que sumar, sin duda alguna, las conversaciones con los estudiantes fuera del aula, en la rotonda, esos momentos en los cuales los profesores pasamos a ser los que aprendemos de nuestros estudiantes. Todos esos recuerdos conforman lo que para mí significa ser parte de Estudios Generales Ciencias, ser parte de la Universidad.